¡¡Sin mi, no eres nada!! , ¡¡Eres una inútil!! , ¡¡ Puerca!! ,
¡¡Vete en el espejo, daté cuenta de lo gorda y estupida que eres!! , ¡¡Pendeja!! , ¡¡Ignorante!! , ¡¡Puta!! , ¡¡Fodonga!!
¡¡Eres un estorbo!! ,
¡¡Hija de la chingada, te voy a partir tú madre!!
¡¡Cállate!! …….
Si te pego, es porque “te quiero”
¡¡Vete en el espejo, daté cuenta de lo gorda y estupida que eres!! , ¡¡Pendeja!! , ¡¡Ignorante!! , ¡¡Puta!! , ¡¡Fodonga!!
¡¡Eres un estorbo!! ,
¡¡Hija de la chingada, te voy a partir tú madre!!
¡¡Cállate!! …….
Si te pego, es porque “te quiero”
El silencio, es el peor enemigo de una mujer agredida.
Millones de mujeres lloran en silencio este sufrimiento realmente deprobable. A pesar de las campañas publicitarias que bombardean a nuestra sociedad mexicana el mal aùn persiste.
La violencia hacia la mujer se caracteriza en diferentes maneras como: psicológicamente, física, patrimonial, económica y sexual. Cualquier acto que degrade o dañe el cuerpo y/o la sexualidad de la victima y que por tanto atenta contra su libertad, dignidad e integridad física.
En México, el Congreso de la Unión junto con Felipe de Jesús Calderón Hinojosa, presidente de la Republica Mexicana, publicaron el 1 de febrero de 2007, la “Ley general de acceso de las mujeres a una vida libre de violencia”, donde se establecen 59 artículos que tienen como objetivo establecer la coordinación entre la Federación, las entidades federativas y los municipios erradicar la violencia contra las mujeres, así como los principios y modalidades para garantizar su acceso a una vida libre de violencia que favorezca su desarrollo y bienestar conforme a los principios de igualdad y de no discriminación, así como garantizar la democracia, el desarrollo integral y sustentable que fortalezca la soberanía y el régimen democrático establecidos en la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos.
Esta ley brinda: igualdad jurídica entre la mujer y hombre; respeto a la dignidad humana de las mujeres; la no discriminación y la libertad de las mujeres.
En la actualidad las diferencias sexuales entre hombres y mujeres lamentablemente aún son argumentos para tratar de justificar la “inferioridad” de ellas en relación a ellos, por lo tanto, su supeditación, subordinación y opresión.
Si a las mujeres las han educado pensado que los hombres son mejores que ellas, más importantes e inteligentes ¿qué imagen pueden formarse de sí mismas? ¿Cómo se miran?
La baja autoestima se vuelve inseguridad y devaluación, la sumisión se torna dependencia y complacencia, y lo servicial se transforma en servidumbre.
La baja autoestima se vuelve inseguridad y devaluación, la sumisión se torna dependencia y complacencia, y lo servicial se transforma en servidumbre.
En esto se resume la condición de la mujer; es lo que tienen en común, sin importar su clase social, su edad, ni alguna otra diferencia.
El “cómo” debe ser la mujer y el “cómo” debe ser un hombre son consideraciones constituidas culturalmente; por lo tanto, esas características aprendidas y combinadas dan como resultado en la mujer: los sentimientos de impotencia (“yo no se”, “yo no puedo”), la dependencia vital (“necesito a mis hijos”, “dependo de mi marido”, “no sé hacer nada”) y la servidumbre voluntaria ( que por lo anterior, hace que se olviden de si mismas y nos volquemos hacia los demás para sentirnos queridas, apreciadas y necesitadas).
Afortunadamente esto es determinante, se puede cambiar si la mujer reconoce su propia condición y cualidades, y vive un proceso de reeducación y empoderamiento a través de asesoría especializada.
NOTA: DEDICO ESTE TEMA A UNA PERSONA IMPORTANTE
Y ESENCIAL EN MI VIDA..LA LLAMARE "PAULA", QUIEN FUE VICTIMA DE ESTE TIPO DE VIOLENCIA Y QUE ME DEJO UNA GRAN LECCIÒN DE VIDA, LECCIÒN QUE LES COMPARTIRE.
DONDE QUIERA QUE ESTE SE QUE SE LE DIBUJARA UNA SONRISA SI TRANSMITO SU MENSAJE DE VIDA
...AGOSTO1990 ......................................HADAPAO