"CADA QUIEN BUSCA SU CEBOLLITA PARA LLORAR"

SEGUNDA PARTE (VIOLENCIA HACIA LA MUJER):

“CADA QUIEN BUSCA SU CEBOLLITA PARA LLORAR”

Recuerdo que hace un par de meses, deje el canal 13 en el televisor porque el programa “Lo que callamos las mujeres” transmitía una historia conmovedora sobre la violencia hacia la mujer.....

OJO: Tal vez pienses que las siguientes líneas serán cursis y feministas sobre el tema pero no es así, esta vez encontré una razón fuerte por la cual podría seguir ocurriendo este mal social a pesar de la difusión masiva.

La historia de este programa no era más que una situación en la que el marido violenta a su esposa y hasta que se presentan daños irreparables como golpes graves en el cuerpo y traumas psicológicos, la mujer denuncia y aprende la lección invitando a las televidentes a alzar la voz. Sin embargo una frase logro hacer hueco en mi cerebro, un amigo cercano a la víctima le cuestionaba: “¿Hasta cuando le vas a seguir dando poder de que te lastime y te humille de esta manera?” la protagonista en silencio solo lloro sin decir nada.

Esto me dio pauta a pensar que tal vez el PODER va más allá de una frase televisiva. Entregarle el PODER a alguien es darle autoridad y dominio de sí misma. Tal vez con expresiones involuntarias como el miedo, terror y sumisión entre otras. Le está brindando en su totalidad al agresor la facultad de hacer su voluntad en el momento que lo desee porque sabe que siempre saldrá virtuoso ante cualquier situación.

A simple vista se podría observar una escena donde la mujer está invadida del miedo que le causa su pareja, entre gritos y golpes, ella se va haciendo cada vez más pequeña al quererse proteger; mientras que el hombre se ve enorme como un gigante, de pie, soberbio y triunfante. Posiblemente la fuerza física; la estabilidad económica; la vergüenza de reconocer ante la sociedad que se está viviendo un infierno en su hogar podría desatar sentimientos como culpabilidad y lastima.

A la mujer golpeada le cuesta trabajo reconocer que la persona a quien ama ahora es su peor enemigo. No es fácil salir a la calle y acudir ante personas desconocidas y denunciarles que, su marido, el amor de su vida, ahora trata de matarla porque no realizo bien las labores del hogar. Ella, forma parte de una familia de la cual es responsable del bienestar o decadencia del hogar y el acudir ante la ley podría ser sinónimo de una destrucción familiar donde el papá de sus hijos podría estar en prisión, ella sin trabajo y sus hijos sin padre, sin hogar. Esto realmente implica conflictos emocionales que aqueja a la mujer antes de tomar cartas en el asunto.

Sin embargo, todo este círculo de violencia va más allá de buscar paz en el hogar. El problema no se termina al acudir al ministerio público, en estos casos todos se convierten en victimas incluso el agresor ya que es una persona neurótica incapaz de distinguir cuando sus actos se han salido de control. Por esto no creo que sea falso que cada que lastima a su pareja sentimental, el remordimiento lo convierta en un ser indefenso y arrepentido. El darle PODER a una persona “enferma” significa provocar y ser partícipe de esta violencia. Este tipo de situaciones generalmente salen de control y llegan a momentos trágicos irreparables por eso es obligación de la mujer ponerse de pie, mirar de frente a su pareja y enfrentar juntos esta problemática ya que cada quien busca su propia “cebollita para llorar”



“MIL DISCULPAS!! POR HABER ABANDONADO ESTE ESPACIO
PERO AQUÍ ESTOY DE VUELTA PARA CUMPLIR
CON ESTA MISION “EXPRESARME” LA CUAL SIGNIFICA PARA MI
UNA RAZÒN MÀS PARA VIVIR”
HADAPAO